Siempre en mi corazon, mamita querida.
Tu amor es el sol que nunca se oculta.
En el silencio de la noche, escucho tu risa.
Las estrellas son tus ojos, guiandome siempre.
Eres el eco de mis suenos mas dulces.
En cada lagrima, encuentro un recuerdo tuyo.
Tu abrazo sigue siendo mi refugio.
Madre, tu luz nunca se apagara.
En cada flor, siento tu esencia.
Aunque no estes aqui, siempre seras mi guia.
Tu amor es un faro en mi oscuridad.
Te llevo conmigo, en cada paso que doy.
Eres la melodia que nunca se olvida.
En cada rincon de mi vida, hay un pedazo de ti.
Tus ensenanzas son el legado que atesoro.
La vida me hizo fuerte, pero tu me hiciste brillar.
Siempre seras mi angel guardian.
El amor de una madre jamas se olvida.
Tu risa resuena en cada recuerdo.
Te siento en cada suspiro de mi ser.
Hay un pedacito de ti en todo lo que amo.
Las memorias contigo son mi tesoro mas preciado.
Eres la razon de mi sonrisa, aunque estes lejos.
Tu amor es un abrazo eterno.
Siempre guardo tu sabiduria en mi corazon.
Con cada amanecer, te siento mas cerca.
El tiempo puede pasar, pero tu amor es inmortal.
Aunque mis ojos no te vean, mi alma te siente.
La huella que dejaste jamas se borrara.
Cada lagrima es un homenaje a tu vida.
Eres el susurro del viento que me abraza.
Tu amor trasciende el tiempo y el espacio.
Nunca dejare de buscarte en mis suenos.
El cielo vino a buscarte, pero yo aun te siento aqui.
Contigo aprendi que el amor no tiene fin.
El aroma de tu cocina siempre sera mi hogar.
Cada dia es una oportunidad para recordarte.
La eternidad se vuelve un instante cuando pienso en ti.
Tu fuerza vive en mi, en cada desafio.
Eres el hilo dorado que une mi corazon.
Tu amor es la brujula que orienta mi vida.
La tristeza de tu ausencia se convierte en gratitud.
El legado de tu amor es para siempre.
En cada gesto de bondad, te revivo.
Tu sonrisa ilumina incluso mis dias mas oscuros.
Eres mi estrella en el firmamento eterno.
La vida me dio alas, pero tu me ensenaste a volar.
Por siempre en mis pensamientos, madre adorada.
En cada cancion, siento tu abrazo calido.
Gracias, mama, por ser mi primera y eterna maestra.
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